sábado, 30 de agosto de 2014

CONFIANZA EN DIOS


El juez de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, el honorable Oliver Wendell Homes, estuvo viajando en un tren cuando el conductor pasó recogiendo los boletos.  Holms no pudo encontrar su boleto y empezó a sentirse bastante preocupado.  El conductor trató de calmarlo, diciendo, “No se preocupe Señor Holms.  Cuando encuentre su boleto, nos lo puede enviar por correo.  Confiamos en usted”. El juez continuó con su misma frustración respondiendo, “Mi querido hombre, ese no es mi problema.  Necesito mi boleto para saber a dónde voy”. Como el señor Holms, necesitamos saber el camino a seguir. El camino verdadero está en la persona de Jesús, por su amor él quiere guiarte cada día y conducirte a tu destino, aquel diseñado desde antes de los tiempos. 

DEJA A DIOS GUIAR TU VIDA: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos” Prov. 3:5-8.

EL HUERTO DE GETSEMANI


EL HUERTO DE GETSEMANÍ
“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro", Mt. 26:36. Debemos considerar y mantener presente un principio fundamental en nuestra vida espiritual: Busca a Dios aunque tu alma esté afligida. El monte de los olivos está ubicado al nororiente de Jerusalén, muy cerca de la capital, en éste monte hay un huerto especial que se llama huerto de Getsemaní, actualmente vallado y mantenido como jardín. Su nombre significa: “prensa de aceite” o “lagar de aceite” (instrumentos con los que se obtenía el aceite de las aceitunas que eran trituradas o pisadas. Esto representa el proceso en el que somos formados por la mano de Dios, y también nos indica que es el camino para obtener el aceite, figura de la unción). Es un huerto muy diferente al huerto del Edén, pues en éste Jesús dice: “hágase tu voluntad”, y en el Edén, Adán hizo su propia voluntad. Así, pues Getsemaní nos recuerda que debemos negarnos a nosotros mismos para hacer la voluntad de Dios, después y sólo después vendrá la corona de gloria.

DECÍDETE POR DIOS.


DECÍDETE POR DIOS
“Y se animó (Josafat) su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá”,2 Crónicas 17:6. 
      
La frase “se animó su corazón en los caminos de Jehová”, nos habla de una decisión que tomó el rey Josafat en lo profundo de su ser, una decisión que afectó su estilo de vida. Es de destacarse la última frase del versículo anterior: “tuvo riquezas y gloria en abundancia”, y con todo ello se animó en seguir los caminos del Señor, no los abandonó por la abundancia que llegaba, reconoció que todo viene de Dios y por su gracia se sostiene.


El rey Josafat derribó la idolatría que había en Israel: lugares altos (se refiere a lugares destinados al culto de los falsos dioses de Canaán) e imágenes de Asera (culto distinguido por su inmoralidad sexual). Todo aquello que nos aparta de Dios es idolatría, pues la finalidad del diablo es apartar al hombre del verdadero culto a Dios. Sin duda, la adoración dignifica o restaura el hombre caído, por eso adoremos a Dios.    

viernes, 29 de agosto de 2014

El Águila



El Águila 


El hombre halló en el bosque un polluelo de águila, caído del nido. Lo llevó a su casa, y lo crió en el corral entre las gallinas, patos y pavos, como si fuera una de esas aves. Pasaron cinco años. Un día un naturalista llegó a la casa del hombre y visitó el corral. ¡Hombre! -le dijo al dueño- ¿Qué hace allí esa águila entre las gallinas? -No es águila- respondió el hombre, ¡es gallina!. Es verdad que cuando la encontré era águila, pero la he criado entre las gallinas y aunque sus alas miden ocho pies de punta a punta, jamás podrá volar. ¡Ya no es más que una gallina!.

-Pues no— replicó el naturalista, todavía tiene el corazón de águila, y yo la haré volar algún día. Convinieron entonces que en cierto momento, el naturalista haría la prueba. Tomando este al águila la sacó del corral, la llevó al aire libre y le dijo ¡Águila, no lo olvides! Eres un águila, no una gallina. Perteneces al cielo, y no a la tierra. Dios té dió esas alas poderosas para volar. ¡Extiéndelas, y vuela! Pero el águila no hizo caso. Volvió corriendo al corral, a meterse entre las gallinas. -Te dije que era gallina..-comentó con sorna el dueño. ¡Pues, ya verás! ¡Ya verás que es águila! repuso el naturalista.
Día tras día, con paciencia infinita, el naturalista repetía el experimento y la exhortación. Tímidamente al principio, y con más resolución después, el águila comenzó a extender y mover sus poderosas alas. Un día, al salir el sol, el águila miró de frente su deslumbradora luz. Se estremeció de patas a cabeza como si un choque eléctrico la sacudiera. Alzó la gallarda cabeza, brillaron sus penetrantes ojos, extendió sus alas magníficas, y al fin voló, arriba, más arriba, siempre arriba, hasta perderse en 
el esplendoroso cielo azul. Era, en efecto un águila. 
He aquí toda una parábola. Nosotros los seres humanos somos como el águila. Yo diría que somos casi polluelos de ángel. Pero nos criamos entre gallinas, entre sapos, lagartijas, caracoles y demás sabandijas que se arrastran por el suelo. Dios nos ha dado estupendas alas para volar a las alturas, pero nosotros las mantenemos plegadas, y como gallinas nos conformamos con cloquear y comer granillos del suelo. Hasta que un día, la Luz deslumbradora de Cristo penetra en nuestra alma, y entonces sí extendemos las alas y nos elevamos por sobre tanta miseria y abandono. ¡Cristo es la Luz del mundo y el alma humana! Mírale a Él, Su Luz te embriagará y llenará tu ser interior, y cuando esa Luz te penetra, ya no hay dudas, ni temores, ni complejos. Somos lo que somos creados a imagen y semejanza de Dios, hechos para Su Gloria. ¡Atrévete a volar, en el Nombre de Jesús!

La Importancia del Perdón


En la escuela etema del día era el resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento y escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas. El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas. Naturalmente la condición de las patatas se iba deteriorando con el tiempo. La molestia de llevar a cuestas esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario, y como  desatendía cosas que eran más importantes para mí. Y entendí que todos tenemos papas pudriéndose en nuestra mochila, y que cuando me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas, pero que finalmente nos termina quitando la vida. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro, sin darnos cuenta que los beneficiados somos nosotros mismos... El perdón genera libertad, bendición, gozo, salud y longevidad.

"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo", Efesios 4:32. 

DIOS ES FIEL.





DIOS ES FIEL
“Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas. Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra” Jos. 5:11-12.


Dios tuvo cuidado de su pueblo mientras caminaban por el desierto, les dio a comer pan del cielo, la Escritura dice que “era como semilla, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel”. Fue la provisión de Dios en el pasado, ahora enfrentaban un nuevo tiempo.Nuestro corazón debe mantener una comunión continua y sensible a la voluntad de Dios y a sus tiempos, pues el maná fue la provisión en el desierto, pero en la tierra prometida las cosas cambiarían. Dios por su Espíritu ha dispuesto revelarnos sus planes y diseños, esto implica sin duda una comunión íntima y constante, pues él se revela en el secreto. En reemplazo del maná, ahora recogen los frutos de la tierra que Dios les había prometido, pues Dios no miente, él es fiel y cumple Su palabra. Es Dios mismo quien nos da las instrucciones para vivir los nuevos tiempos que nos tiene preparados. Gracias Señor por tu fidelidad. 

Autor: Pastor Gonzalo Sanabria A.



jueves, 28 de agosto de 2014

UN REGALO MUY GRANDE

UN REGALO MUY GRANDE
(Escrito por nuestro amigo Francisco Flores)

Comienza cuando perteneciendo a uno de esos grupos de la iglesia, organizamos un evento en donde debíamos pedir juguetes a la gente para ser regalados a los niños que no tuvieran la posibilidad de recibir regalos.  El salón se llenaba de gente para donar, mientras compartíamos chocolate y galletas yo me encargaba de recibir los juguetes y revisar la condición de los mismos y otros cantaban villancicos.
En eso, se me presenta una ancianita de edad avanzada de ropas un poco desgarradas y maltratadas por el tiempo, de olor fétido que reinaba en el salón.
- "Le puedo ayudar en algo" le dije.
- "Vengo a donar esta muñeca"
Viendo la muñeca y siendo el encargado de revisar la calidad de las donaciones, debía notar que la muñeca estaba sucia, le faltaba un ojo y tenía años de deterioro; pero comprendí que debía recibirla al ver su rostro: lleno de entusiasmo por contribuir a esta buena acción.  Tomé la muñeca y la coloqué donde estaban los demás regalos, le comenté que podía tomar chocolate caliente y galletas, pero ella salió del salón sin probar alimento alguno.
De inmediato dejé de pensar en lo que había ocurrido gracias a la cantidad de trabajo que tenía.
Días después, el día del evento llegó, la gran multitud de niños ansiosos por recibir regalos hizo que tuviéramos que formarlos uno por uno para que fueran tomando su regalito; el evento fue todo un éxito.
Al término del mismo, noté que sólo quedó la muñeca sobre la mesa de regalos.  Sin darle tanta importancia dejé que las cosas pasaran y comenzamos a limpiar y recoger todo.
A la salida, emprendí la caminata por la plaza Morelos para tomar el camión que me llevaría a mi casa, contento por la buena acción que como grupo hicimos.
Al llegar al cruce de Morelos con Juárez que es donde estaba la parada del camión, alguien me habló mientras me fumaba un cigarro.
- "Joven, joven".
Era la viejecita sentada en el piso, atendiendo  un puestecito de dulces.
- "¿Se acuerda de mí?"
-"Sí, cómo no; contesté confuso por la pregunta y aún sorprendido de encontrarla en ese lugar.
- "¿Cómo les fué, les gustó mi regalo?"  - Me dijo.
En ese momento no me dió tiempo de recapacitar sobre quién era... tenía la misma mirada que aquella noche en que me dió la muñeca.
- "¡Sí, claro! los niños se pelearon por ella, tanto, que tuvimos que sortearla para ver quién se quedaba con ella..." - le respondí.
La anciana me miró con ojos de ternura, como advirtiendo mi falsa respuesta, y con ojos humedecidos, no sé si por sentimiento o por lo frío del viento que esa noche corría en esa esquina, solamente responde:
- "Gracias, muchas gracias".
Ella siguió con su vendimia y yo aborde el camión.
Tratando de no dejar salir mi llanto, jamás la volví a ver.
Creo que ese fué el mejor regalo de aquella Navidad…..

miércoles, 27 de agosto de 2014

Caminando en Medio del Mar.

Caminando en Medio del Mar.

La mayoría de nosotros esperamos milagros de Dios en nuestra vida, nuestra familia o en personas a quienes estimamos. Estoy seguro que una gran parte de los que ahora me leen tienen una petición de esas que creemos casi imposibles y que solo esta en las manos de Dios cumplirla.
Y es que a veces queremos que Dios haga todo el trabajo, sin darnos cuenta que en ocasiones, Dios proveerá los medios para llevar a cabo ese milagro que esperamos, pero dependerá de nosotros el dar los pasos necesarios para que ese milagro se concrete.
Y es que el valor y la fe que mostremos serán de gran ayuda para ver lo que para nosotros era imposible de ver.
Cuando Moisés saco a los israelitas de Egipto, poco después Faraón envió a su ejercito tras ellos para traerlos devuelta como esclavos. Cuando los israelitas vieron que el ejercito egipcio se acercaba, comenzaron a quejarse contra Moisés diciéndole el porque los había traído, que era mejor ser esclavos en Egipto que cadáveres en el desierto.
Sin embargo Dios siempre tiene un plan maravilloso, Él jamás mueve una pieza si no sabe todo lo que puede pasar y como poderlo solucionar.
Dios le dio unas instrucciones a Moisés: “Luego el Señor le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Dile al pueblo que se ponga en marcha! Toma tu vara y extiende la mano sobre el mar. Divide las aguas para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar, pisando tierra seca. Yo endureceré el corazón de los egipcios y se lanzarán contra los israelitas. La grandeza de mi gloria se manifestará por medio del faraón y de su ejército, sus carros de guerra y sus conductores. Cuando mi gloria se exhiba por medio de ellos, ¡todo Egipto verá mi gloria y sabrán que yo soy el Señor!».” Éxodo 14:15-18 (Nueva Traducción Viviente). Me llama la atención que Dios le dice: “¿Por qué clamas a mí?”, y es que ¿A quien más iba a clamar?, luego Dios le dice: “¡Dile al pueblo que se ponga en marcha!”, en pocas palabras: ¡Hagan su parte!, porque Él haría la suya.
Dios cuido a los israelitas todo el tiempo, colocando su nube detrás y no permitiendo que los egipcios se acercaran. Luego cuando estuvieron frente al mar rojo, en donde no había mas camino que transitar, Moisés obedeció las instrucciones que Dios le había dado: “Luego Moisés extendió la mano sobre el mar y el Señor abrió un camino a través de las aguas mediante un fuerte viento oriental. El viento sopló durante toda la noche y transformó el lecho del mar en tierra seca. Entonces el pueblo de Israel cruzó por en medio del mar, caminando sobre tierra seca, con muros de agua a cada lado.”Éxodo 14:21-22 (Nueva Traducción Viviente).
Hasta este momento de la historia, Dios estaba haciendo su parte, era un milagro sorprendente, algo nunca antes visto, algo maravilloso que de tan extraordinario podría hasta dar miedo.
La parte de Dios estaba hecha, el milagro estaba servido, ahora era el turno del pueblo de Israel, ahora les tocaba su parte. Y es que transitar en medio del mar no es fácil, caminar y ver a sus lados dos muros de agua, ¿Qué tal si el viendo dejaba de soplar y los muros de agua volvían a la normalidad?, cada paso de los israelitas en medio de esa tierra seca, era un paso de fe, eran pasos que solo hombres o mujeres que tuvieran la confianza plena en que Dios no los iba a dejar ahogarse o morir podían dar.
Yo me imagino caminando en medio de ese pasillo de tierra seca, pero con dos muros gigantes de agua, sinceramente era para tener mucho miedo, era como para no confiarse, sin embargo es allí en donde debemos poner en practica nuestra parte en el milagro que Dios quiere hacer en nuestra vida.
A veces Dios pone totalmente servido nuestro milagro y lo único que nosotros tenemos que hacer es caminar por fe para que ese milagro se concrete, pero en muchas ocasiones no tenemos ni la intención de caminar en medio de ese milagro, sino que queremos dejarle todo a Dios y luego cuando no vemos nuestro milagro cumplido le terminamos echando la culpa a Él, como que si Él no hubiera hecho su parte.
Hoy quiero invitarte a hacer tu parte en el milagro de Dios, estoy seguro que Dios se querrá manifestar en tu vida, estoy seguro que Él utilizara su creatividad y su poder ilimitado para obrar a tu favor, para ponerte servido tu milagro, pero se necesitara de tu VALOR y de tu FE para que veas cumplido ese milagro, ¿Estas dispuesto?
Es hora de caminar en medio de ese mar, es hora de no permitir que nuestros pensamientos de incredulidad nos eviten caminar por fe en medio de esos dos muros de agua. Dios ya sirvió el milagro, ahora es nuestro turno de caminar con VALOR y FE en medio de esas dos murallas de agua que humanamente dan mucho miedo, pero que si ese viento que las detiene proviene del Señor, entonces: ¡No hay nada que temer!
Camina por fe, créele a Dios, haz tu parte, porque Dios sin lugar a dudas hará la suya. Hoy es un día para que te apropies del milagro que Dios ya comenzó a hacer en tu vida, Dios esta sirviéndote el milagro, ahora tú toma valor y ten mucha fe en Él, y ¡CAMINA!

¡Dios te cuidara siempre que camines en medio del mar!

por Enrique Monterroza

Los Celos Arruinan Relaciones.

Los Celos Arruinan Relaciones.


“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa”.
1 Pedro 3: 1, 2
Todos sabemos que son los celos, en algún momento los hemos sentido de una u otra forma, todos los seres humanos hemos experimentado ese sentimiento incomodo que nos lleva muchas veces a decir o hacer cosas indebidas.
La Biblia describe a los celos como: Obras de la Carne. (1 Corintios 3:2 y Gálatas 5:20)
Los celos en una relación de matrimonio pueden arruinar la relación, pues los celos son muestra de desconfianza y donde no hay confianza seguramente falta amor.
Se supone que los cristianos vivimos para amar a nuestras esposas y las esposas para amar a sus esposos, todo aquel que tenga bien definido este termino tratara siempre de ser fiel a quien prometió amor hasta que la muerte los separe.
Lastimosamente hay esposos y esposas que son paranoicos, es decir que tiene celos desmedido por cualquier cosa, hasta la situación mas inofensiva provoca celos y dichos celos traen como consecuencia discusiones, y en dichas discusiones puede aflorar el antiguo hombre y la antigua mujer, permitiendo que palabras no adecuadas salgan de su boca y provoquen una ofensa dolorosa.
La pregunta seria: ¿Qué piensas ganar a base de celos o cual es tu objetivo demostrándolos?
Personalmente pienso que los celos lo único que hacen es destruir una bonita relación, mas cuando no hay una razón valedera para tenerlos.

CELOS DE ESPOSOS

Por lo general los hombres somos un poco despistados, no nos percatamos de las cosas tan fácilmente como lo hacen las mujeres que pueden detectar detalles mínimos, nosotros los hombres tenemos que ver las misma escena varias veces para percatarnos de detalles. Pero eso no quiere decir que no existan celos en los hombres, es más, me atrevería a decir que cuando los hombres demuestran celos lo hacen de una forma mucho más fuerte que las mujeres, aunque no con la regularidad con que lo hacen las mujeres, los hombres también pueden padecer de celos desmedidos.
Tenemos que aprender como buenos cristianos que los celos no es algo que debería existir en nuestra vida, ni mucho menos en nuestra relación de matrimonio. Los Celos destruyen hogares, roban el amor con el que Dios quiere que nos tratemos, los celos solo traen consigo consecuencias negativas y falta de confianza, mas la voluntad de Dios en una pareja no es que los celos sean el pan de cada día, sino que podamos comprender que el amor que un día nos prometimos, es el que debe existir cada día de nuestra vida.
Como hijos de Dios nosotros los hombre tenemos que aprender a confiar en nuestra esposa, a permitir que ella tenga las amistades que quiera y pueda tener, sabiendo de antemano que por amor a ti, tratara de respetarte, que no hará nada que pueda dañar la relación que un día comenzaron y la cual ira floreciendo cada día mientras pasen los años.
Esposos que me leen, tratemos de ver no con nuestros ojos carnales, sino con los ojos de Cristo, no veamos a las amistades de nuestra esposa como una competencia, ¿Acaso piensas que te pueden robar a tu esposa?, ¿Qué ella dejara de amarte?, ¿O que hay alguien que sea mejor que tu para tu esposa?
Todo eso es señal de desconfianza, antes que te casaras con esa mujer le pediste matrimonio, quizá lo hiciste de una forma única en donde tu amada no pudo soportar las lagrimas de felicidad, cuando te dio el“SI” te lo dijo porque quería pasar el resto de su vida contigo, porque te amaba, porque estaba segura que tu así como eres, con tus defectos y virtudes eras el hombre que con el que ella deseaba pasar el resto de su vida. Entonces frente a esto: ¿Cuál es tu temor?, ¿Por qué tantos celos?, Ámala, respétala, permítele ser libre, ella no es tu esclava, es tu ayuda idónea, un vaso frágil al que debes amar, pues un día le prometiste amararla en las buenas y en la malas. ¡Basta ya de tantos celos del demonio!
No permitas que los celos te roben la bendición de una familia, esos celos enfermizos que te llevan a reaccionar no como un cristiano hijo de Dios nacido de nuevo, sino como una persona sin sentimientos que piensa que con decir lo que siente en ese momento impondrá respeto y temor a su esposa. ¿Qué es lo que quieres?, ¿Qué tu esposa te respete por miedo a lo que puedes decirle o hacerle?, ó ¿Qué tu esposa te respete por el amor que le tienes y excelente que la tratas?

CELOS DE LAS ESPOSAS

Definitivamente todo lo que escribí antes también se aplica a la esposa, puesto que es triste también ver como hay esposas que desesperan a sus maridos por esos celos tan enfermizos que poco a poco están carcomiendo su relación de matrimonio.
Hay muchas esposas que permiten que la televisión las influencie a ser “esposas duramente celosas”. Hay mujeres que pasan conectadas a la televisión viendo novelas y programas que trasmiten esa clase de matrimonios en donde los engaños, las infidelidades y el desamor son la base que rodea a esos programas de televisión. Las mujeres están tan impregnadas de esas ideas que ven por la televisión que creen que su matrimonio puede ser igual o peor, eso hace que a la mínima sospecha actúen ferozmente en contra de su esposo, aquel hombre que quizá ni por su mente pasa la mínima probabilidad de engañar a la mujer que eligió para pasar el resto de su vida.
Las mujeres muchas veces no se dan cuenta que con tanto reclamo sin fundamento y tantas palabras que salen de su boca como cual ametralladora lo único que hacen es crear en su esposo un sentimiento de desconfianza hacia el. Ahora el esposo no se sentirá tranquilo de nada, pues la esposa de celos enfermizos revisa hasta el mínimo detalle de el, su ropa, su celular, sus archivos, su computadora, ¡hasta su correo electrónico!, ¡POR FAVOR!, ¿Qué clase de relación amorosa y de matrimonio es esa?, no me vengas con el cuento que tienes que investigar todo porque puede estarte engañando, pues para que te engañe antes de engañarte a ti, tiene que fallarle al Señor, fallarle a tus hijos, a su familia, a todo mundo. Creo que un cristiano verdadero pensaría seriamente todo lo que perderá antes de caer en una infidelidad.
No provoques a tu esposo a que te sea infiel, ya que de tanto darle al mismo tema y reaccionar a la mínima sospecha tu esposo se puede cansar, desanimar y tu misma lo puedes llevar a caer en ese error que le costara muchas cosas en su vida. En lugar de mantener celos constantes, ámalo, atiéndelo como a un rey, demuéstrale confianza, que el pueda contarte todo, dale motivos para que este seguro que puede contarte cualquier cosa sin caer en peleas y cuestionamientos llenos de celos. Evita por todos los medios caer en los repetitivos cuestionamientos sobre su fidelidad a ti. Confía en el y en el amor que un día te prometió y por el cual ahora son una familia.

LA CONFIANZA ES ESENCIAL EN UN MATRIMONIO

Si hay algo que debemos cultivar en nuestro matrimonio es la confianza, pues la desconfianza va destruyendo poco a poco la relación, mas la confianza la fortalece. Que los celos en el matrimonio no se conviertan en la razón de una dolorosa separación o de errores que pueden costar nos mucho en la vida, tanto familia y secular, como espiritual.
Esposos amen a sus esposas, confíen en ella, trátenla como una reina, igualmente esposas confíen en su marido, ámenlos, trátenlos bien, que ellos quieran estar en casa porque hay un ambiente de amor y confianza y no que prefieran trabajar horas extras por no llegara temprano a casa y enfrentarse a las mismas peleas de siempre.
Recordemos que la base fundamental de la sociedad y de la Iglesia es la Familia, cuando en la familia hay un ambiento lindo, la Iglesia también puede percibirlo y será bendecida, pero cuando las familias tienen ciertos roces, problemas constantes, también la Iglesia se ve afectada y sobre todo el Nombre de nuestro Dios.
Demos testimonio al mundo que nuestros matrimonios son diferentes al promedio, que en nuestro hogar existe un verdadero AMOR, una verdadera CONFIANZA, un hermoso AMBIENTE, provocado por Dios mismo y por el amor del uno hacia el otro.

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.

1 Pedro 3:7

por Enrique Monterroza

Que Dios conceda lo que has Pedido.


Que Dios conceda lo que has Pedido.


La historia de Ana y Elcaná es una de esas historias de amor realmente demostrado y respaldado con Dios a través de un milagro.
La Biblia cuenta: “Elcaná tenía dos esposas: Peniná y Ana. Peniná tenía hijos, pero Ana no tenía ninguno” 1 Samuel 1:2 (Traducción en lenguaje actual). Para el tiempo antiguo ser estéril era como deshonra por eso era muy duro para una mujer no poder dar hijos a su esposo. Sin embargo Elcaná amaba de una manera especial a Ana.
La Biblia dice que: “Cuando Elcaná presentaba un animal como ofrenda, les daba una parte de la carne a Peniná y a sus hijos. Pero a Ana le daba la mejor parte porque la amaba mucho, a pesar de que Dios no le permitía tener hijos” 1 Samuel 1:4-5 (Traducción en lenguaje actual). El amor de esposo de Elcaná era demostrado, y es que el verdadero amor va más allá de las lindas palabras o buenas intenciones, el verdadero amor se traduce en acciones, en comprensión, en tolerancia, en respaldo, en compañía en los momentos más difíciles.
Peniná la otra esposa de Elcaná molestaba y se burlaba de Ana por no poderle dar hijos a su esposo, eso hacía que Ana se sintiera triste a tal punto que lloraba mucho y provocaba que hasta ni quisiera comer. Cada año que iban al santuario a ofrecer sacrificio Peniná trataba así de mal a Ana entonces en una ocasión de esas Elcaná le dice lo siguiente a Ana: “En una de esas visitas, Elcaná le preguntó a Ana: «¿Por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Por qué te afliges? Para ti, es mejor tenerme a mí que tener muchos hijos»” 1 Samuel 1:8 (Traducción en lenguaje actual).
Realmente Ana se sentía triste, anhelaba un milagro de Dios, una respuesta que hiciera terminar todo ese episodio triste que por años había soportado: “Ana dejó de comer, se levantó y se fue a orar al santuario. El sacerdote Elí estaba allí, sentado junto a la puerta. Ana estaba tan triste que no dejaba de llorar. Por eso oró a Dios y le hizo esta promesa: «Dios todopoderoso, yo soy tu humilde servidora. Mira lo triste que estoy. Date cuenta de lo mucho que sufro; no te olvides de mí. Si me das un hijo, yo te lo entregaré para que te sirva sólo a ti todos los días de su vida. Como prueba de que te pertenece, nunca se cortará el cabello»” 1 Samuel 1:9-11 (Traducción en lenguaje actual).
La tristeza de Ana y su anhelo de que Dios la escuchara la llevo a hacer una de las oraciones más sinceras y con una promesa especial delante de Dios. Y es que cuando somos sinceros con Dios, cuando realmente disponemos nuestro corazón para encontrarnos con Él y expresar sinceramente lo que sentimos y lo que anhelamos, Dios nunca se quedara callado, Dios ha de responder.
La Biblia dice que Ana oraba a Dios en Silencio: “Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella. Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.” 1 Samuel 1:12-13 (Reina-Valera 1960). Este pasaje nos muestra que muchas veces no es necesario gritar o hacer tanto ruido o escándalo para que Dios pueda escuchar nuestra oración. La Biblia dice que Ana hablaba con Dios en su corazón, ¡Que importante es tener a un Dios que examina nuestro corazón!, que lindo es saber que Dios sabe la necesidad que tenemos sin que se lo gritemos, y es que tenemos que saber que Dios no está sordo y escucha mas allá de nuestras lindas palabras, nuestro corazón necesitado.
A veces creemos que entre más gritemos, que entre más fuerte alcemos nuestra voz para orar a Dios, mas rápido o mejor nos escuchara, pero la realidad es que Dios responde no en base a que tan fuerte le pidamos, ni en base a que lindas palabras le expresemos, sino en base a la necesidad que hay en nuestro corazón y la fe que tengamos en que Él cumplirá.
El sacerdote Elí pensó que Ana esta ebria y trato de reprenderla, sin embargo Ana le responde: “Pero Ana le respondió: —Señor mío, no crea usted que estoy borracha. No he bebido vino ni cerveza. Estoy muy triste, y por eso estoy aquí suplicándole a Dios que me responda” 1 Samuel 1:15-16 (Traducción en Lenguaje Actual).
Frente a la aclaración de Ana, Elí el sacerdote comprendió la necesidad que había en esa mujer de una respuesta de Dios y le dijo lo siguiente: “Entonces Elí le contestó: —Vete tranquila, y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido.” 1 Samuel 1:17 (Traducción en Lenguaje Actual).
Ana recibió por fe las palabras que el sacerdote Elí a tal punto que dice la Biblia: “Y Ana le dijo: —¡Usted sí me comprende! Dicho esto, Ana regresó a comer y dejó de estar triste” 1 Samuel 1:18 (Traducción en Lenguaje Actual).
La reacción de Ana frente a las palabras del sacerdote me llama mucho la atención, ya que ella recibió por FE esas palabras y las creyó a tal punto que dejo de estar triste y volvió a comer, en pocas tomo como ciertas esas palabras y se dispuso solo a esperar a que se cumplieran, porque si de algo ella estaba segura era que Dios iba a cumplir.
La Biblia narra lo que entonces sucedió: “Temprano a la mañana siguiente, la familia se levantó y una vez más fue a adorar al Señor. Después regresaron a su casa en Ramá. Ahora bien, cuando Elcana se acostó con Ana, el Señor se acordó de la súplica de ella, y a su debido tiempo dio a luz un hijo a quien le puso por nombre Samuel, porque dijo: «Se lo pedí al Señor»”. 1 Samuel 1:19-20 (Nueva Traducción Viviente).
Hay algo que cada uno de nosotros debemos de saber y es que Dios está presente en nuestras necesidades y cuando nosotros creemos a sus promesas, Él honrara nuestra fe.
A través de la Biblia podemos ver muchos casos de hombres y mujeres que creyeron en Dios, que no dudaron y que confiaron en que Dios cumpliría, cada uno de ellos recibió lo que creyó, porque Dios honra la fe de los que le creen.
Quizá en este momento estés enfrentando una tristeza debido al mal momento que puedas estar pasando, pueda que en tu corazón hay un anhelo muy fuerte de que Dios conteste tu petición, quizá has llorado mucho, quizá la has pasado mal, pero hoy quiero invitarte a creer en lo que Dios quiere y puede hacer en tu vida.
No importa qué situación te este robando la paz o la sonrisa de tu rostro, lo que si realmente importa es la confianza y la fe que puedas demostrar para recibir lo que tanto esperas.
El sacerdote Eli le dijo a Ana: “Vete tranquila, y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido”.Hoy quiero orar con convicción, creyendo en que Dios se acordara de ti y obrara en tu vida y en la situación que puedas estar viviendo. Por favor, cree en lo que Dios va a hacer y recibe esta palabra:

“Dios mío, te doy gracias por tus bondades y tus misericordias, te doy toda la Gloria, la Honra y la Alabanza por todo lo que has hecho, estás haciendo y harás. Este día quiero pedirte especialmente por todas aquellas personas que están esperando una respuesta tuya, quizá un milagro, Padre inclina tu oído a sus oraciones, examina sus corazones, mira cada necesidad, observa cada corazón triste y necesitado, Dios mío por favor te pedimos en el Nombre de Jesús que puedas contestar esas peticiones, que puedas aumentar la fe de muchos, que puedas hacer de lo que no es algo que sea, hoy te pido con todo mi ser que puedas obrar a favor de todos aquellos que con un corazón sincero están este día delante de ti pidiendo tu favor, Dios mío obra libremente y muévete con tu mano poderosa en medio de tu pueblo. Toca las vidas de cada persona que en este momento cree en lo que tu harás, sana al que esté enfermo, provee al que este en escases, permite concebir y dar a luz a aquellas mujeres que tienen mucho tiempo de estar pidiendo ese milagro, que hoy sea el día de su milagro, que hoy sea el día en el que tú les concederás su petición. Padre mío, yo lo creo, creo en lo que estás haciendo, creo en lo que harás, creo en lo Poderoso que eres para cumplir cada petición, por eso hoy depositamos totalmente nuestra confianza en ti, creyendo que cada persona recibirá su respuesta en base a su fe y en base a tu voluntad, obra de una forma especial este día. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.

“Vete tranquila, y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido”

por Enrique Monterroza

LOS ZAPATOS DEL CAMPESINO

LOS ZAPATOS DEL CAMPESINO

Hace mucho tiempo un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias. El alumno dijo al profesor:
"Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre".
Mi querido amigo - le dijo el profesor - nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda de oro en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.
Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.
Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar. Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda. Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.
El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas. Ahora, dijo el profesor ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?
El joven respondió: "Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir".
En TODO os lo enseñado Que, Así Trabajando, sí Debe Ayudar a los necesitados, y Recordar las Palabras del Señor Jesús, DIJO Que: Más bienaventurado es dar Que recibir.